«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Londres y el sindrome de Ebaristo II

Como Ken Wilber sigue siendo uno de mis referentes he buscado a mi manera sus propios referentes en algunas librerias londinenses para despues sacar a su debido tiempo mis propias conclusiones. De momento no estaria mal para empezar: The origins and history of consciousness de Erich Neumann, Transformations of consciousness de Engler, Wilber y Brown o Ego phychology de Gertrud & Rubin Blanck, por supuesto ninguno de los tres traducidos al castellano. Por el momento no he podido encontrar nada, solo algunas librerias de segunda mano con secciones esotericas de poca monta. Me temo que tendre que recurrir a los recursos que nos brinda internet para obtener esas obras.

Ante todo tengo muy claro que no estoy aqui solo para obtener una experiencia mas, un viaje mas que apuntar en mi curriculum viajero, sobre todo porque mi intencion es que todos mis viajes sean actos poeticos, si podemos utilizar esta expresion. No colecciono experiencias, no me basta eso; necesito metabolizarlas porque sencillamente estoy entregado a la tarea de crearme un alma y un destino. Veremos hasta donde nos lleva todo esto.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Londres y el sindrome de Ebaristo I

Pues si, finalmente me he embarcado en esta aventura. A pesar de que el mar de mi conciencia no estaba del todo tranquilo he decidido hacer la maleta y poner rumbo a Escocia via Londres.
De todas formas continuo bajo el efecto de lo que he llamado el sindrome de Ebaristo. Por el momento baste decir que Ebaristo ha sido probablemente uno de los heroes anonimos de mi familia. Desde mi pequeinez londinense deseo dedicarle este viaje, entre otros, a el.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Noche oscura

Pues sí, casi un mes sin tocar este blog y sin tocar una sola tecla del ordenador. Ni una letra, ni una palabra, ni una frase, ni un párrafo, nada coherente. Nada de eso ha sido posible. Y es que la extraña e inesperada noche oscura en la que he estado sumido me ha hecho polvo los huesos, los músculos y las neuronas.

Lo cierto es que todos mis miedos parecen haberse dado cita delante de mí para hacerme el agosto casi insoportable. Desde luego todo este trajín anímico tan caótico lleva la marca de las peores noches oscuras del alma. Menos mal que uno ya tiene cierta experiencia en estas lides y poco a poco hasta es capaz de ir poniendo los pies a cierta distancia del ojo del huracán.

El caso es que sigo en tierra tras haber aplazado el viaje a Escocia que tenía previsto. No me preguntéis ahora los motivos, pues han sido uno y muchos al mismo tiempo, algo así como en las peores pesadillas cuánticas.

A pesar de todo prometo seguir dando bastante guerra tras el apocamiento generalizado del que he sido víctima estas últimas semanas. No descarto la posibilidad de abordar las islas británicas en estos próximos días. ¿Quién sabe? Por otra parte tal vez sea más propicio esperar a que la marea fluya (a lo Machado), o simplemente tratar de encontrar la paz. De todo ello no dudéis en informaros aquí. Prometo seguir escribiendo al menos una vez a la semana.