«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Noche oscura

Pues sí, casi un mes sin tocar este blog y sin tocar una sola tecla del ordenador. Ni una letra, ni una palabra, ni una frase, ni un párrafo, nada coherente. Nada de eso ha sido posible. Y es que la extraña e inesperada noche oscura en la que he estado sumido me ha hecho polvo los huesos, los músculos y las neuronas.

Lo cierto es que todos mis miedos parecen haberse dado cita delante de mí para hacerme el agosto casi insoportable. Desde luego todo este trajín anímico tan caótico lleva la marca de las peores noches oscuras del alma. Menos mal que uno ya tiene cierta experiencia en estas lides y poco a poco hasta es capaz de ir poniendo los pies a cierta distancia del ojo del huracán.

El caso es que sigo en tierra tras haber aplazado el viaje a Escocia que tenía previsto. No me preguntéis ahora los motivos, pues han sido uno y muchos al mismo tiempo, algo así como en las peores pesadillas cuánticas.

A pesar de todo prometo seguir dando bastante guerra tras el apocamiento generalizado del que he sido víctima estas últimas semanas. No descarto la posibilidad de abordar las islas británicas en estos próximos días. ¿Quién sabe? Por otra parte tal vez sea más propicio esperar a que la marea fluya (a lo Machado), o simplemente tratar de encontrar la paz. De todo ello no dudéis en informaros aquí. Prometo seguir escribiendo al menos una vez a la semana.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por volver.