«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

viernes, 23 de enero de 2009

Stanislav Grof

Acabo de leer el libro titulado La psicología del futuro de Stanislav Grof, un libro a cuya traducción y redacción no acabo de cogerle el pulso. Al margen de estas disquisiciones técnicas diré que Grof es probablemente el máximo representante de la psicología transpersonal, una rama de la psicología que desde sus inicios se ha dedicado, entre otras cosas, a tratar de legitimar la espiritualidad.

Hay varios puntos en la obra de Grof que me parecen especialmente interesantes. En primer lugar me parece importante tener en cuenta la cartografía de la psique que nos ofrece, un mapa de la conciencia que varía sustancialmente respecto al enfoque de Wilber. Grof distingue básicamente tres niveles: biográfico (posnatal-freudiano), perinatal (en torno al nacimiento) y transpersonal.

Hay que decir que para llegar a esas conclusiones se basa principalmente en su trabajo e investigación con lo que llama estados holotrópicos (hacia la totalidad) de conciencia, estados que pueden presentarse, según Grof, de tres formas diferentes: mediante la utilización de psiquedélicos (LSD), con sesiones holotrópicas (una técnica diseñada por el propio Grof en la que juega un papel central la respiración), y a través de las llamadas emergencias espirituales (experiencias espontáneas de lo transpersonal y crisis espirituales).

Un papel central en el estudio de Grof lo juegan las llamadas matrices perinatales; en otras palabras, las dinámicas del proceso del nacimiento, una dinámica que consta de cuatro fases (matrices) que parecen tener una importancia extraordinaria en el posterior desarrollo psíquico del individuo, algo en lo que coincide completamente con Arthur Janov y su terapia primal (aunque bien es cierto que Janov no se ocupa en ningún momento de los niveles transpersonales). A este respecto merece la pena echar un vistazo a la obra de Otto Rank, a quien también le preocupó el problema del trauma del nacimiento y todo lo que de él se deriva.

Lo interesante de todo ello es que parecen entreverse ciertas correspondencias entre las dinámicas perinatales representadas en las cuatro matrices básicas (MPB) y otros procesos, como por ejemplo los ya descritos del viaje del héroe de Joseph Campbell y la forma del desarrollo en cada uno de sus fulcros (fronteras) descrito por Ken Wilber magistralmente en El proyecto Atman. En palabras del propio Grof: […] las cuatro matrices perinatales [sugieren] que los cuatro patrones subyacentes constituyen manifestaciones de una secuencia arquetípica que no sólo gobierna el nacimiento humano, sino también variedad de otros procesos.

Si queréis seguir profundizando en ello podéis visitar: http://www.stanislavgrof.com/ y http://www.holotropic.com/

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