«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

martes, 21 de abril de 2009

Microrrelatos III

La suerte de los microrrelatos está a punto de ser echada. Veremos hasta dónde pueden llegar y de qué forma pueden ver la luz. El título y la portada del libro están más o menos decididos. Sólo falta dar los últimos toques para que este nuevo ser de páginas y de letras sea una realidad. De momento sumerjámonos en una nueva historia.


PRÓLOGOS

La arquitectura de los libros fue para muchos una ciencia precisa. Había palabras grandes, poderosas, versátiles en sus significados. Muchas recogían en su fonética sonidos que despertaban las aspiraciones originarias de los hombres. Los escritores quisieron conservarlas como tesoros. Los mágicos vocablos, muchos de los cuales también otorgaban una felicidad duradera si se pronunciaban con severidad, se introdujeron en algunos libros secretos. Actualmente nadie conoce su paradero. Lo que se piensa es que tales términos, siempre escasos, son la piedra angular de esos textos. Esas únicas palabras, en su grandeza, a razón de una por libro, hacen legibles las obras. Para ello, los manuscritos preciosos se llenan de prólogos, siempre con la intención de camuflar esas voces. Parece que el argumento de estas composiciones se revela y adquiere fundamento únicamente en esas palabras. Todo lo demás podemos entenderlo como floritura eficaz o añadido superfluo, aunque hay quien afirma que lo que se narra en los anexos adquiere sustancia e historia en virtud de esas palabras recias. Más de uno vio cómo se derrumbaban las páginas y las líneas cuando esas letras fueron borradas. A nosotros, que jamás pudimos encontrar ninguna entre las líneas de los clásicos y de la alta literatura, sólo nos queda saber si esas palabras aún pueden inventarse y si podemos construir una obra que contenga alguna de ellas.

0 comentarios: