«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

jueves, 14 de febrero de 2008

Emociones, sentimientos y pensamientos

Respecto a lo mental y lo emocional, ¿qué nos acerca o nos aleja más del Espíritu? Ese es el asunto.

Hay personas que me achacan ser demasiado mental y creen que me vendría bien entregarme a alguna terapia y/o práctica de abrazos, expresión de sentimientos, etc. El caso es que no lo dudo. Sin embargo creo que cuanto más mental es uno (de lo cual me alegro) más posibilidades tiene también de abrirse a una gama más amplia y más profunda de sentimientos. Creo que el hecho de que uno vaya por ahí abrazando todo el día a todo el mundo no es un síntoma de estar más cerca del Espíritu, que es a fin de cuentas de lo que se trata (al menos como yo lo entiendo). Desgraciadamente creo que el asunto se malinterpreta, porque en muchas ocasiones esa desbordante expresión de sentimientos lo único que hace es tapar viejos dolores, lo cual nos aleja inevitablemente del alma.

Sea como fuere creo que de lo que se trata es de entender la profundidad.

Normalmente en casi todos los círculos Nueva Era se nos quiere dar a entender que la racionalidad y el intelecto son los enemigos a combatir y que son ellos los que nos alejan del Espíritu o del Corazón. Sin embargo yo pienso que es justo al revés, que los pensamientos (la mente) son más profundos que las emociones y los sentimientos, y que la razón es justo el trampolín que nos catapulta hacia estadios superiores de conciencia.

No necesitamos más emotividad y menos intelectualidad, sino más profundidad y menos superficialidad.

Sin duda pensar que lo mental es un impedimento para llegar al alma me parece sinceramente un punto de vista bastante estrecho y bastante superficial. Quiero entender que la verdadera profundidad espiritual hay que encontrarla abriéndonos a la experiencia, por supuesto de las emociones y de los sentimientos, pero también de los pensamientos, y de lo que haya más allá de los tres.

0 comentarios: