Hace unos días he podido ver en televisión un reportaje sobre el conocido asunto de los crop circles, los famosos pictogramas que aparecen en los campos de cereal de Inglaterra y otros países. Lo cierto es que el mundo de los fenómenos paranormales y la temática extraterrestre no son temas que me interesen especialmente, sobre todo por la pseudociencia que siempre ha rodeado estos asuntos y por la falta de rigor con que a menudo son tratados muchos de ellos.
Sin embargo el tema de los pictogramas parece que está comenzando a ser un caso aparte. Lo que está claro es que, después de ser desenmascarados los supuestos bromistas que se dedicaban a realizar estos dibujos y descartados como posibles ejecutores de semejantes hazañas pictóricas, estos dibujos ya son una evidencia para todo el mundo. Parece que cada verano aparecen más y con una complejidad mayor, y desde luego me resulta muy difícil creer que unos simples campesinos sean capaces de realizar semejantes obras.
Según muchos investigadores del fenómeno los pictogramas son obra de inteligencias no humanas, ya sean inteligencias extraterrestres o de otro tipo. Lo que está claro es que los dibujos están ahí para cualquiera que pueda abrir los ojos ante tan espectacular fenómeno, un fenómeno que por cierto creo que merece ser investigado a fondo, aunque por lo visto, como suele suceder en estos casos, la comunidad científica de turno no se hace eco de la contundente evidencia y de las contundentes pruebas.
Según se comenta parece que las inteligencias autoras de los pictogramas están tratando de transmitir un mensaje a la humanidad. Desde luego por la simbología que parecen mostrar los dibujos, símbolos que nos remiten por una parte a numerosas culturas de la antigüedad y por otra al mismo corazón de la ciencia moderna (recordemos que entre los pictogramas han aparecido el conjunto de Mandelbrot, un objeto fractal, y el código del ADN entre otros), parece que así es.
Los entusiastas de la Nueva Era atribuyen los dibujos y su proliferación y complejidad de los últimos años a la evidencia de que estamos a las puertas de un cambio de conciencia y que desde luego suponen una llamada para que podamos abrirnos a una realidad sin duda más espiritual. Yo personalmente he visitado la zona donde aparecen los pictogramas en dos ocasiones (básicamente el triángulo cuyos vértices son Stonehenge, Glastonbury y Avebury) y lo cierto es que siempre me ha parecido una tierra profundamente mística.
¿Qué me decís vosotros, realidad, ficción, pseudociencia o simplemente un engaño masivo?
Sin embargo el tema de los pictogramas parece que está comenzando a ser un caso aparte. Lo que está claro es que, después de ser desenmascarados los supuestos bromistas que se dedicaban a realizar estos dibujos y descartados como posibles ejecutores de semejantes hazañas pictóricas, estos dibujos ya son una evidencia para todo el mundo. Parece que cada verano aparecen más y con una complejidad mayor, y desde luego me resulta muy difícil creer que unos simples campesinos sean capaces de realizar semejantes obras.
Según muchos investigadores del fenómeno los pictogramas son obra de inteligencias no humanas, ya sean inteligencias extraterrestres o de otro tipo. Lo que está claro es que los dibujos están ahí para cualquiera que pueda abrir los ojos ante tan espectacular fenómeno, un fenómeno que por cierto creo que merece ser investigado a fondo, aunque por lo visto, como suele suceder en estos casos, la comunidad científica de turno no se hace eco de la contundente evidencia y de las contundentes pruebas.
Según se comenta parece que las inteligencias autoras de los pictogramas están tratando de transmitir un mensaje a la humanidad. Desde luego por la simbología que parecen mostrar los dibujos, símbolos que nos remiten por una parte a numerosas culturas de la antigüedad y por otra al mismo corazón de la ciencia moderna (recordemos que entre los pictogramas han aparecido el conjunto de Mandelbrot, un objeto fractal, y el código del ADN entre otros), parece que así es.
Los entusiastas de la Nueva Era atribuyen los dibujos y su proliferación y complejidad de los últimos años a la evidencia de que estamos a las puertas de un cambio de conciencia y que desde luego suponen una llamada para que podamos abrirnos a una realidad sin duda más espiritual. Yo personalmente he visitado la zona donde aparecen los pictogramas en dos ocasiones (básicamente el triángulo cuyos vértices son Stonehenge, Glastonbury y Avebury) y lo cierto es que siempre me ha parecido una tierra profundamente mística.
¿Qué me decís vosotros, realidad, ficción, pseudociencia o simplemente un engaño masivo?