Estoy traduciendo algunos fragmentos del libro Participatory Spirituality de John Heron, un autor prácticamente desconocido en nuestro país. Creo que merece la pena por su visión de la espiritualidad y por su punto de vista crítico con la religión institucionalizada. Os dejo con el primero.
Actualmente existe un creciente
número de personas con una mentalidad espiritual que están ocupadas con su
propia indagación de vida y que están tratando de llegar a un diálogo
abierto y constructivo sobre ello. Éste es un fenómeno social con el que estoy
fuertemente identificado y al que llamo una cultura espiritual emergente y
participativa. Involucra a una minoría significativa de personas que va en
aumento a lo largo y ancho del planeta.
Somos una red amplia e informal
de individuos que estamos forjando nuestros propios caminos espirituales desde
una fuente creativa interior, desarrollando nuevas formas de espiritualidad
adecuadas a nuestra época. Al mismo tiempo honramos y recurrimos al vasto
acervo de prácticas y creencias espirituales derivadas de una diversidad de
fuentes, antiguas y modernas, que proceden de todo el mundo y en las que nos
inspiramos.
Mi impresión es que existen tres
criterios interrelacionados que nos identifican y que pueden aplicarse en
varios grados a cualquier individuo:
1. Afirmamos nuestra propia y
original relación con el espíritu de la creación, reconocemos la autoridad
espiritual en el interior y no la proyectamos exteriormente en maestros,
tradiciones o textos.
2. Nos mantenemos alerta ante los
peligros de una espiritualidad defensiva y ofensiva, en la cual las
alteraciones emocionales no procesadas distorsionan el desarrollo espiritual,
negando partes de nuestra propia naturaleza o haciendo afirmaciones exageradas con
objeto de manipular a los demás.
3. Estamos abiertos a un diálogo
genuino sobre creencias espirituales y a una toma de decisiones colaborativa
sobre prácticas espirituales que se hayan emprendido entre todos.
El término “participativa” se
aplica a esta cultura de dos modos íntimamente conectados. Primero,
participamos en el espíritu viviente de forma autónoma, en la luz de nuestra
propia conciencia discriminativa. Y segundo, participamos en el espíritu
viviente de forma co-operativa, compartiendo nuestra presencia, y aprendiendo
cómo tomar decisiones juntos respecto a las formas en que nuestra cultura
espiritual celebra tanto nuestra diversidad como nuestra unidad.
Traducido del inglés, del libro Participatory Spirituality. A farewell to authoritarian religion, de John Heron. Prologue: a participatory spiritual culture, p. 1.
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