«Los verdaderos maestros no dejan huella. Son como el viento de la noche que atraviesa y cambia por completo al discípulo sin por ello alterar nada, ni siquiera sus mayores debilidades: arrastra todas las ideas que tenía sobre sí mismo y lo deja como siempre ha sido, desde el principio.»

Peter Kingsley, En los oscuros lugares del saber

jueves, 3 de diciembre de 2009

Trans-personal

Ya que parece que el interés en lo transpersonal va en aumento quisiera indicar, como ya he hecho en otra ocasión, que una de las introducciones más interesantes al tema es la de Michael Daniels. Su libro Sombra, Yo y Espíritu (Kairós) nos ofrece una visión de conjunto y un acercamiento a las perspectivas de algunos de los autores transpersonales más importantes, desde Jung a Wilber pasando por Assagioli, Grof o Washburn. A partir de ahí uno puede bucear en una u otra dirección.

Como muchos sabréis Wilber es el autor más influyente en este campo. Sin embargo no faltan críticas a su sistema en la obra de Daniels. En este sentido también puede ser muy interesante echar un vistazo al libro de Jorge Ferrer Espiritualidad Creativa (Kairós) (Revisioning Transpersonal Theory). De hecho es posible que Ferrer sea uno de los críticos más fuertes de Wilber. A mi juicio ese hecho, unido a que no deja de tratarse de una autor español, es suficiente para acercarse a su trabajo.

Además de estos dos autores yo particularmente siento simpatía por Assagioli. Y aunque probablemente no es el más reconocido de todos ellos tal vez pueda brindarnos algunas claves para atacar el asunto de lo transpersonal y de la espiritualidad desde otros puntos de vista tan interesantes como el de Wilber.

No sé si hay críticas más o menos acertadas al trabajo de unos y otros, para eso probablemente será necesario profundizar mucho en ellos, algo que por cierto yo no he hecho (o al menos no he profundizado lo suficiente). Lo que está claro es que los asuntos y los matices que cada uno de ellos subrayan pueden brindarnos, y de hecho nos están brindando, una extraordinaria oportunidad para incorporar lo espiritual a nuestras vidas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Qué supone publicar un libro?

Para empezar tengo que decir que escribir un libro es un trabajo como otro cualquiera. Yo, al menos, así me lo tomo. Por tanto, y como ya he dicho en alguna otra ocasión, todos los que piensan que esto de publicar libros no es más que un capricho pasajero o una especie de pasatiempo al que me dedico en mi tiempo libre están totalmente equivocados.

De hecho se puede convertir en un trabajo realmente duro. Por ejemplo, uno necesita unas cuantas horas al día durante unos cuantos meses para completar la redacción de todo el texto, como ocurrió en el caso de Vibhuti y en el caso de Rugidos. Lo cual quiere decir que uno tiene que ser bastante disciplinado en las pocas horas que puede tener disponibles. Yo acostumbro a escribir por las mañanas, que es cuando mi mente está más fresca.

Después de haber dejado reposar todo el trabajo durante una temporada llega el momento de enfrentarse a la ardua y laboriosa tarea de pulir el texto. Y ésta es una tarea verdaderamente minuciosa en la que es necesario leer una y otra vez toda la obra tratando de rastrear todos los posibles errores. La corrección de estilo es sumamente importante y, desde luego, será una gran suerte poder contar con algún profesional que pueda ayudarnos.

Por si esto fuera poco la casi imposible tarea de encontrar una editorial que quiera publicar nuestro trabajo puede llegar a ser desesperante. Con las editoriales más conocidas y poderosas es mejor no molestarse, jamás leerán nuestros manuscritos. Así pues, debemos apostar por las editoriales pequeñas (es lo que he hecho con Vibhuti) que apuesten por autores totalmente desconocidos, como es mi caso.

Y cuando ya tenemos la criatura entre las manos nos damos cuenta de que tan sólo hemos llegado a la mitad de nuestra aventura. La segunda parte consiste en vender el libro, lo que significa que tenemos que organizar unas cuantas presentaciones en distintos lugares (con Rugidos hicimos nueve en total), lo cual implica hacer otros tantos viajes con el correspondiente gasto económico.

Y si bien uno se llena de entusiasmo en muchos momentos de todo ese proceso también es cierto que a veces todo el esfuerzo puesto en juego no se ve recompensado como uno quisiera o como uno se lo había imaginado. Desde luego la venta no es fácil. Soy muy consciente de que no es muy habitual que uno compre libros de un autor desconocido. Como ya he dicho en otro lugar somos una pulga en medio de los rugidos de la literatura, pero al menos nos quedará la satisfacción de proclamar a los cuatro vientos nuestras artísticas, integradoras y espirituales intenciones.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Recobrar la Sabiduría

Es posible que todo esto de la sabiduría integral pueda parecer un tanto pretencioso. Así pues, una aclaración de lo que pretendo dar a entender con esas palabras nos podrá mostrar el verdadero alcance de esa expresión.

De entrada con sabiduría no me refiero a la mera erudición intelectual sino al conocimiento en su más alta concepción, conocimiento que no es otra cosa que conocimiento-realización del Ser; en otras palabras, conocimiento de uno mismo o filosofía práctica aplicada a la vida cotidiana.

Y creo que reclamar esto es absolutamente legítimo, especialmente en una sociedad en la que la sabiduría brilla por su ausencia, algo que ya ha denunciado Mónica Cavallé entre otros. Y no me refiero a una sabiduría al alcance de sólo unos pocos sino a algo que es una capacidad, una destreza, un derecho y una responsabilidad que cualquier ser humano puede desarrollar.

Integral porque se refiere al conjunto de dominios de los que participamos y de los que tenemos noticia: materia, mente, alma, espíritu. Integral porque se trata de un abrazo amoroso que pueda acoger en sí a toda realidad, sin exclusiones y sin discriminaciones, e integral porque pretende tener acceso a una perspectiva más y más amplia de las cosas.

Así pues, al asunto que nos ocupa es verdaderamente una sabiduría integral. ¿Alguien da más? Y se trata de recobrarla e implementarla en nuestras coordenadas histórico-culturales actuales. Podéis encontrar alguna pista para poder hacer todo eso en el libro La sabiduría recobrada de Mónica Cavallé, un libro maravilloso recomendable en todos los sentidos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Taller Permanente de Sabiduría Integral

Pues sí, ha llegado el momento de realizar un taller de este tipo. Nuestro hilo conductor será la tradición hindú. Exploraremos por tanto unos cuantos enfoques y visiones surgidos en el seno del hinduismo y nos apoyaremos en algunos de los textos más relevantes no sólo de esa tradición sino también de muchos místicos y pensadores occidentales.

Debo insistir en que éste no es un taller únicamente para la gente que practica yoga o alguna técnica similar y que esté interesada en “saber más”, sino que mi intención es que sea una experiencia abierta para todas las personas que simplemente deseen profundizar en el conocimiento de sí mismas.

Entre los textos (valgan como una mínima muestra) a los que recurriremos se encuentran los siguientes:

Fragmentos de los Vedas y las Upanisads.
Yoga Sutras de Patanjali.
Fragmentos del Bhagavad Gita
Algunos textos de Sankara y de la filosofía Vedanta.
Fragmentos de Nisargadatta Maharaj.
Textos de Edward Bach
Fragmentos de alguno de los Evangelios.
La nube del no saber.
Algunos textos de René Guénon.
El Castillo Interior de Santa Teresa.
La Teología Mística de Dionisio.
Textos de algunos filósofos occidentales.

Éstos quizá sean algunos de los más representativos, pero habrá muchos otros que posiblemente surjan sobre la marcha.

Para conocer con más detalle las características de este taller podéis ver http://concienciauno.blogspot.com/

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El Grito Primal

Acabo de leer El Grito Primal de Arthur Janov. Afortunadamente Edhasa lo ha reeditado después de treinta años. A mi juicio este libro es simple y llanamente una obra maestra de la Psicología que todo el mundo debería leer, y no sólo los psicólogos.

En sus páginas Janov desafía los métodos de la terapia clásica con su espeluznante teoría del origen de la neurosis, y con unas ideas y unos testimonios que fácilmente nos pueden cortar el aliento. Leyendo, enseguida nos damos cuenta de que otros autores han tomado prestadas sus ideas. El primero de ellos que nos viene a la cabeza es el pintoresco Jodorowsky. Si queréis conocer un poco más a fondo el trabajo de Janov podéis echar un vistazo a www.primaltherapy.com

sábado, 15 de agosto de 2009

Richard Tarnas

Hay un libro al que vuelvo una y otra vez. Se trata de La pasión del pensamiento occidental (Prensa Ibérica, 1997) de Richard Tarnas, a mi juicio un libro excelente en el que el autor da un repaso de toda la filosofía occidental desde la antigua Grecia hasta nuestros días y que puede ser muy útil para, tal como reza el subtítulo, comprender las ideas que modelaron nuestra cosmovisión.

De hecho parece que acaba de ser reeditado por Atalanta (La pasión de la mente occidental, 2008), una editorial que, por cierto, tiene unos cuantos títulos interesantes. Lo que está claro es que el trabajo de Tarnas puede ser sumamente útil en cualquier tipo de investigación, ya que contiene muchas referencias a los principales filósofos y pensadores de nuestra tradición.

Si bien la obra de Tarnas nos puede dar una extraordinaria visión de conjunto de la historia de nuestro pensamiento, hay un matiz en ella que no podemos obviar. Y es que por más que he buscado y rebuscado, leído y releído, no hay en ella ni una sola referencia a Ken Wilber, lo cual es sumamente raro ya que hablar de Ken Wilber significa hablar, según muchos, del filósofo y psicólogo americano más leído de todos los tiempos, y de la voz, sin ninguna duda, más influyente en el campo de la psicología transpersonal.

Sin embargo no faltan referencias a Stanislav Grof, amigo y colega de Tarnas en el CIIS. En mi opinión, no mencionar el trabajo de Wilber significa, entre otras cosas, no hacer justicia precisamente a la riqueza del pensamiento occidental de los últimos años y, lamentablemente, dejar de poner de relieve algunas de las ideas más brillantes en el campo de la psicología actual. Así pues, a pesar de las diferencias y disputas entre los amigos del CIIS y los amigos del Integral Institute, dejar de lado a Wilber me parece francamente imperdonable, ¿no le parece señor Tarnas?

viernes, 24 de julio de 2009

Mapas del Espíritu

Hace unos cinco años inicié la preparación de una serie de seminarios de carácter teórico que tenían como objetivo, entre otras cosas, profundizar en las raíces del hatha yoga y por añadidura en la vasta tradición hindú.

La intención era que dichos seminarios pudieran complementar el trabajo psicofísico de mis propios alumnos, y que sirvieran de toma de contacto con el mundo de la espiritualidad (sobre todo de la espiritualidad hindú) para todos aquellos que se deciden por un camino de ese tipo sin la necesidad de iniciar la práctica del hatha yoga. El seminario, desde esta última posibilidad, podría entenderse y enmarcarse dentro de la tradición del Gñana yoga, el yoga del conocimiento tal como habitualmente se entiende ese término.

Pero en el seminario no se trataban únicamente aspectos del hinduismo o del yoga sino que también planteaba abiertamente la relación de determinados conceptos e ideas surgidas en su seno con elementos de la tradición occidental y con las ideas de algunos pensadores orientales y occidentales.

Así mismo se exploraban ciertos aspectos de la ciencia moderna que pudieran tener alguna relevancia en el entendimiento y en la comprensión de todas esas ideas espirituales y religiosas. La idea no era otra que dotar a nuestra visión de unas gafas multiperspectivales desde las cuales abordar todos esos asuntos.

Finalmente, y a lo largo de dos años, realizamos cuatro seminarios de ese tipo con el título Mapas del Espíritu, y lo cierto es que el número de alumnos fue realmente pequeño. Seguramente fue así porque paradójicamente a la mayor parte de las personas que practican hatha yoga únicamente les interesa la mera práctica física, algo que por otra parte está francamente bien.

Desde luego este seminario prometía un verdadero camino de transformación. Pues bien, lo cierto es que me estoy planteando retomar de nuevo todo el asunto en forma de taller permanente. La novedad sería que no se trataría ya únicamente de un taller teórico sino que introduciríamos algunos elementos prácticos (ya sabéis, un poco de hatha yoga, algo de meditación, algo de teoría, una pizca de escucha y de reflexión consciente, ¡algún tipo de terapia!); en fin, algo verdaderamente integral, que parece que es lo que está de moda.

Así pues, el asunto promete de verdad. No puedo dejar de recomendaros que permanezcáis atentos a vuestras pantallas hasta el día del estreno para saber algo más de todo ello. Esperemos que nuestro reencuentro con el Espíritu y nuestras estelares, casi cósmicas, propuestas también estén llenas de un suave y místico glamour.

jueves, 9 de julio de 2009

Hatha Yoga y Psicología Positiva

Hay un asunto que me llama la atención esta mañana. No es otro que las supuestas bondades y beneficios de la práctica del yoga, algo que todo el mundo reconoce y que muchas personas han experimentado alguna vez. De hecho poner de manifiesto todas esas cosas es una de las estrategias que muchos centros de yoga y casi todos los profesores utilizamos.

El caso es que a veces ese tema me recuerda a todo el asunto del pensamiento positivo y al famoso “me amo, me acepto y me apruebo” de Louise Hay. De hecho uno puede tener la sensación de que practicando hatha yoga o alguna disciplina similar todas las maravillas del universo van a llegar de repente a su vida.

No niego que a primera vista eso sea así, porque efectivamente todo lo que se experimenta cuando uno se inicia en la práctica y cuando persevera en ella son beneficios y buenas sensaciones, algo realmente magnífico y digno de mención. Yo mismo estuve flotando en una nube durante los primeros meses de práctica.

Sin embargo, cuando uno lo que realmente desea es profundizar no sólo en el hatha yoga per se sino en todo lo que lo rodea (entiéndase meditación, filosofía, espiritualidad, tradición hindú, etc.); en otras palabras, cuando uno no se conforma sólo con la mera práctica psicofísica sino que además quiere profundizar en la dimensión del Espíritu y llegar a probar el sabor de eso que llamamos realización o iluminación, puede encontrarse con sorpresas no del todo agradables.

Porque lo que parece que ocurre es que cuanto más nos acercamos al Espíritu más patente se hace también nuestra Sombra (entiéndase por sombra nuestros conflictos no resueltos, aspectos reprimidos inconscientes y cosas por el estilo), cuanto más conscientes nos hacemos de nuestra dimensión espiritual más acuciante se hace la necesidad de integrar todos nuestros aspectos sombríos y dolorosos (algo que por cierto se puede experimentar como una presión psicológica realmente muy fuerte mientras nos da la sensación de no avanzar en absoluto, ni hacia el Espíritu ni hacia la Sombra).

Y es muy posible que esto sea así porque precisamente la misma puerta que conduce al Espíritu es la que permite la entrada a nuestras partes oscuras. En todo caso, aunque admitamos que son dos puertas diferentes, lo que sí parece cierto es que el mecanismo de la represión se debilita, lo cual quiere decir que al mismo tiempo que nos abrimos al Espíritu también nos abrimos a la Sombra, algo que muy bien podría ser inevitable ya que en este caso de lo que se trataría es de la operatividad del mecanismo de apertura y cierre de todas esas puertas psíquicas.

La pregunta que nos podemos hacer es: ¿nos podemos acercar al Espíritu manteniendo cerrada la puerta de la Sombra, o la participación de ésta es una condición sine qua non para nuestro desarrollo? En otras palabras, y como mucha gente se ha preguntado, ¿es posible el desarrollo espiritual sin sufrimiento? Ese es el asunto en esta dulce mañana veraniega.

sábado, 6 de junio de 2009

Microrrelatos IV

Finalmente para ver mi libro de microrrelatos tendremos que esperar hasta finales del verano. Lo cierto es que las cosas se han alargado más de lo previsto. Así pues, os dejo con una nueva entrega de estos minicuentos.

LAS BOLAS DEL ENANO

Aún no he estudiado el Tarot, pero os aseguro que algún día lo haré. Conozco de pasada los arcanos mayores. Me pregunto cómo sería un posible arcano veintitrés, aunque dudo que pueda caber una nueva imagen en ese mazo si nos ceñimos al número en la cábala y en el alfabeto hebreo. Pero imaginando puedo ver a un pequeño duende con gorro de cucurucho y con polainas transportando un carretillo que contiene bolas de colores, tal vez frutas o huevos. Nos mira con curiosidad mientras camina sujetando la carreta pero no hay ninguna emoción en su rostro. Parece querer comunicarnos que en cualquier momento va a desaparecer. Está dando un paso firme, un pie delante del otro. Son pies pioneros, se dirigen a alguna meta nueva y desconocida, pero no tiene miedo. Transportar esas bolas es su misión. El es el señor de los pioneros, de los precursores, pero no tantea a ciegas. Se ha instruido en numerosas artes, especialmente en el transporte de carretillos de ese tipo. Su conocimiento es humilde, se fundamenta y se consolida en esos pasos decididos. La tarea del transporte de esa materia, bolas desconocidas que son también un tesoro o una sorpresa, es el trabajo pesado de los peones, pero lo sabe llevar con la dignidad de un rey. Eso sacraliza su obra, le da valor y a él lo eleva al rango de los enanos divinos y de los maestros.

Yo dibujé a ese enano en el parvulario, fue mi primer dibujo. Mi maestra me castigó por atreverme a hacer mía aquella imagen, pues la pinté sin que me lo pidiera. Ahora me doy cuenta de que siempre amé aquel retrato, en él se mostraba mi cara. Poco a poco me voy descubriendo como el protagonista de una historia más alta en la que se transportan algunos regalos para las almas. He crecido más que aquel gnomo. Lo imito, pero sin la necesidad de chalecos de colorines ni de babuchas. Botas sí, pero las apropiadas para levantar ese carro lleno de piedras redondas con las que construiré mi casa. Encontraré el naipe secreto al atravesar su futura puerta.

sábado, 23 de mayo de 2009

Michael Daniels

Definitivamente el mundo de lo transpersonal parece ser una caja llena de sorpresas. Cuando todos creíamos que los pensadores más brillantes en este campo y las universidades y centros que ofrecían algún tipo de formación en ese terreno estaban al otro lado del charco, apareció Daniels para dar más peso al lado europeo de la balanza. Si no lo conocéis os recomiendo la lectura de su libro Sombra, Yo y Espíritu.

Bastará decir que Daniels lidera el único programa europeo que ofrece, en forma de master, una formación en Psicología Transpersonal. Se trata de la Liverpool John Moores University (LJMU), centro al que pertenece. A mi juicio su libro es posiblemente uno de los libros de Psicología Transpersonal más importantes que pueden encontrarse hoy día en el mercado. En él Daniels pasa revista a todas las teorías más importantes en el campo de lo transpersonal además de ofrecernos su propia visión. Lo siento, pues, wilber fans, Ken pierde puntos.

sábado, 9 de mayo de 2009

Signatura, Trauma del Nacimiento y Flores de Bach

Aquí tenemos lo que parece ser un nuevo eslabón perdido entre la Psicología y las Flores de Bach, lo cual siempre es una buena noticia. Se trata de la posible relación entre los 12 sanadores (los primeros 12 remedios que Bach descubrió) y determinados traumas del nacimiento.

La relación ha sido propuesta por Jordi Cañellas en su libro Cuaderno Botánico de Flores de Bach. Desde luego dicha relación podría contribuir positivamente a tender un puente entre la Terapia Floral y la Terapia Primal propuesta por Janov. En palabras del propio Cañellas: Las 12 personalidades o tipologías descritas por Bach a través de los 12 sanadores, a la luz de la signatura, podrían asociarse a 12 traumas que condicionan el fluir en las vidas. Son aquellos aspectos ocultos y primigenios [y, por tanto, inconscientes] que marcaron nuestra existencia y nos condujeron a expresarnos en 12 formas básicas de carácter (y 12 signos astrológicos).

Al margen de esas consideraciones, el libro, y casi todo el trabajo de Cañellas, se basa en el controvertido y problemático asunto de la signatura, una teoría (precientífica desde muchos puntos de vista) recuperada por Paracelso y que se basa en la idea de que las plantas portan los signos (formas, tamaños, colores, etc.) que determinan sus virtudes.

Podéis encontrar algunos artículos de Cañellas y algunos links interesantes en
www.eljardidelesessencies.com

viernes, 24 de abril de 2009

Del Cosmos al Kosmos. De Sagan a Wilber

Acabo de recibir un nuevo boletín de EnlightenNext en el que nos sugieren el cambio de la C por la K, una idea sugerida inicialmente por Ken Wilber a través de la que pretendía recuperar el sentido inicial que los griegos le habían dado a ese término. A mí me parece una idea brillante, así pues, la aplaudo y me suscribo completamente a ella.

Transcribo el texto íntegro de este último boletín por si puede ser de alguna aclaración.

A Kosmic Concept
Charting a new future demands a new vocabulary. Over the years, we've adopted many terms into our EnlightenNext lexicon that we've found illuminating, clarifying, and useful in the quest to define the contours of a new evolutionary worldview. Here's one of them:

Kos.mic adj.
1. Of or relating to the Kosmos—the multidimensional evolving Totality of existence, encompassing not only the physical but also the biological, emotional, mental, psychic, and spiritual domains.
“The Cosmos is all that is or ever was or ever will be.” Thus began the famed astronomer Carl Sagan's majestic 1980 television series, Cosmos. The epic grandeur of Sagan's Cosmos—suffused with “billions upon billions” of planets, stars, and galaxies—captivated the imagination of viewers everywhere. But despite the almost sacred reverence for existence that permeated the series, some still took issue with its strictly scientific bias, finding little room for spirit or the transcendent in Sagan's naturalistic worldview.

Fifteen years later, the integral philosopher Ken Wilber issued an 800-page response to concerns such as these. Titled Sex, Ecology, Spirituality, Wilber's grand tome argued for a more holistic conception of the universe—one that would honor the profound revelations of science and religion alike—which he called “the Kosmos” (retaining the “K” from the Greek). So when we use the term “Kosmos,” it's not only to affirm our appreciation for Sagan's extraordinary universe but also to restore the spiritual depth and transcendent mysticism that the ancient Greek philosophers, who coined the word, duly acknowledged and revered.

martes, 21 de abril de 2009

Microrrelatos III

La suerte de los microrrelatos está a punto de ser echada. Veremos hasta dónde pueden llegar y de qué forma pueden ver la luz. El título y la portada del libro están más o menos decididos. Sólo falta dar los últimos toques para que este nuevo ser de páginas y de letras sea una realidad. De momento sumerjámonos en una nueva historia.


PRÓLOGOS

La arquitectura de los libros fue para muchos una ciencia precisa. Había palabras grandes, poderosas, versátiles en sus significados. Muchas recogían en su fonética sonidos que despertaban las aspiraciones originarias de los hombres. Los escritores quisieron conservarlas como tesoros. Los mágicos vocablos, muchos de los cuales también otorgaban una felicidad duradera si se pronunciaban con severidad, se introdujeron en algunos libros secretos. Actualmente nadie conoce su paradero. Lo que se piensa es que tales términos, siempre escasos, son la piedra angular de esos textos. Esas únicas palabras, en su grandeza, a razón de una por libro, hacen legibles las obras. Para ello, los manuscritos preciosos se llenan de prólogos, siempre con la intención de camuflar esas voces. Parece que el argumento de estas composiciones se revela y adquiere fundamento únicamente en esas palabras. Todo lo demás podemos entenderlo como floritura eficaz o añadido superfluo, aunque hay quien afirma que lo que se narra en los anexos adquiere sustancia e historia en virtud de esas palabras recias. Más de uno vio cómo se derrumbaban las páginas y las líneas cuando esas letras fueron borradas. A nosotros, que jamás pudimos encontrar ninguna entre las líneas de los clásicos y de la alta literatura, sólo nos queda saber si esas palabras aún pueden inventarse y si podemos construir una obra que contenga alguna de ellas.

sábado, 11 de abril de 2009

Medicina Cuántica

Hace unos cuantos años me hice con un curioso manual de medicina alternativa que llevaba por título: Introducción a la medicina cuántica. Manual de la terapia de Biorresonancia para la consulta médica y naturista de un tal B. Köhler, algo a primera vista prometedor, innovador y que parecía ser a todas luces lo último en este tipo de enfoques alternativos a la medicina.

Pues bien, acabo de leerlo, y tengo que decir que ha habido capítulos enteros que me resultan ilegibles, y no por la complejidad de la exposición sino por la extraña mezcla de conceptos tomados de la física cuántica, de diversas tradiciones de sabiduría, del esoterismo y de algunos otros campos.

No faltan referencias a muchos otros autores, casi todos ellos alemanes, que parece ser se dedican a la investigación de los mismos temas que plantea el autor. Rastreando, rastreando, he encontrado un par de ellos cuyas investigaciones quizá valga la pena tener en cuenta. Se trata del físico alemán B. Heim, cuya visión de la física cuántica no ha sido demasiado reconocida, y sobre todo del biofísico F. A. Popp, cuya investigación sobre biofotones y sobre los llamados biosolitones merece una consideración especial.

La conclusión a la que parece que se quiere llegar es que la conciencia y el psiquismo pueden tener un fundamento cuántico que puede ser trabajado en la terapia de Biorresonancia propuesta, una idea que, dicho sea de paso, es la misma que sostiene Pedro López Clemente para explicar los fundamentos de la enfermedad y de la curación.

Pero esta idea no es nueva. Tendríamos que remontarnos veinte años atrás para encontrar una idea similar en Danah Zohar y su “conciencia cuántica”, una idea que por cierto se ha terminado diluyendo tras no haber encontrado ni una mínima corroboración por otros investigadores ni ningún tipo de respaldo por parte de la comunidad científica, lo cual no es en absoluto sorprendente.

Desde mi punto de vista uno de los asuntos que colea detrás de todo ello no es otro que el problema de la relación mente-cuerpo y la posición de la medicina al respecto. Una cuestión que Köhler parece zanjar al hacer afirmaciones del tipo: […] todo pensamiento genera un patrón de frecuencias específico. Éste entra en resonancia con determinadas estructuras corporales, por ejemplo los órganos. En fin, la vieja idea de la mente influyendo sobre la materia.

No sé si algo parecido a esta medicina cuántica tendrá algún tipo de futuro. Lo que es evidente es que si el autor de este manual pretende dar algún tipo de credibilidad a su trabajo utilizando conceptos cuánticos y amontonando palabras tomadas de la sabiduría antigua fracasa estrepitosamente.

No, la forma de esta medicina cuántica no es Bella, detrás de su presentación resulta muy difícil encontrar los rastros de Verdad que pueda contener. Tal vez Köhler desconoce que Fondo y Forma son no dos, que ambos se reflejan mutuamente partícipes de un mismo Fundamento. Salvemos pues a Popp.

¡Benditos manuales fotocopiados! ¡Bendita sabiduría no dual!

lunes, 23 de marzo de 2009

Alternativas a Wilber

Obviamente las hay. Y es que el riesgo que uno corre tras leer a Ken Wilber es llegar a padecer wilberitis. Pero, sin lugar a dudas, cualquiera que investigue un poco podrá encontrar otros interesantes enfoques alternativos y otras seductoras visiones de la espiritualidad, de la psicología transpersonal o del diálogo entre Oriente y Occidente.

Tal vez las alternativas más evidentes pueden ser la de Grof o la de Washburn, ambas bien conocidas en el ámbito de lo transpersonal. A fin de cuentas, y a pesar de sus diferencias, tanto Wilber como estos dos autores parecen fundamentar sus visiones desde el núcleo de la Filosofía Perenne.

Un caso aparte es el de Frank Visser. Visser, que puede jactarse de ser el único autor que ha escrito un libro sobre Wilber, Ken Wilber, o la pasión del pensamiento, parece que de ser un gran admirador de su obra ha pasado a convertirse en uno de los principales críticos del pensador norteamericano. De hecho ha creado una web (
www.integralworld.net) en la que se recogen artículos del propio Visser y de muchos otros autores críticos de la obra de Wilber.

Pero tal vez los casos más llamativos sean los de Jorge Ferrer, curiosamente un español afincado en el CIIS y a quien ya me he referido en otra entrada anterior, Hameed Ali (A. H. Almaas), precursor de un enfoque denominado Diamond Approach y John Heron. Ni que decir tiene que estos autores son absolutamente desconocidos en nuestro país (paradójicamente casi nadie conoce a Jorge Ferrer). Así pues, no estaría de más que todos los "Wilber Fans" echaran un vistazo al trabajo de todos estos autores.

martes, 17 de marzo de 2009

¡Más traducciones, por favor!

¿Por qué será que muchos de los autores que más me interesan no están traducidos al castellano? ¡Qué extraña sensación! Desde luego es una verdadera pena que la obra de William Irwin Thompson, de James Mark Baldwin, de David Chalmers, de Erich Neumann o de Jean Gebser no sea demasiado conocida en nuestras latitudes.

Sin embargo, considero que cada uno de ellos, cada uno a su manera, tiene importantes cosas que decir. Se trata de cosas tan apasionantes como la estructura de la historia y de la evolución cultural o como la estructura, el origen y el desarrollo de la conciencia, cosas que pueden ser tremendamente iluminadoras en nuestro periplo hacia el resplandeciente Espíritu.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Eduardo H. Grecco

Acabo de leer el libro de Eduardo Grecco El legado del Dr. Edward Bach. Antecedentes, contexto y significado de su descubrimiento terapéutico. Desde luego si hay alguien que puede contextualizar la obra de Bach y otorgarle un renovado significado y un nuevo impulso ése es Eduardo Grecco.

Tras un primer momento en el que Grecco sitúa el trabajo de Bach dentro de la extensa corriente del estructuralismo, se empeña en comparar la Terapia Floral (TF) y la filosofía de Bach con las visiones de Freud y Jung. Y no sólo eso. Que yo sepa Grecco es el primer autor que defiende la necesidad de que la TF incorpore una dimensión psicoterapéutica.

El punto central es que, según Grecco, lo que la TF persigue no es la cura sino el conocimiento y, en definitiva, una transformación de la conciencia, lo cual permite equiparar la TF a otras tradiciones como el Psicoanálisis, la Gnosis o la metafísica hindú. Sin embargo, hay un punto en el que, en mi opinión, Grecco lleva demasiado lejos esa comparación.

En palabras del propio Grecco: […] me permito recordar que el Psicoanálisis nace, al igual que la Terapia Floral, de una relación [la relación terapeuta-paciente]. Y que esto es lo verdaderamente importante: una relación curativa en donde la interpretación es energía del mismo modo como un remedio floral lo es, y ambos instrumentos muestran la verdad de lo que Claude Lévi-Strauss llama: “la eficacia de lo simbólico”.

Así pues, para Grecco los remedios florales son entre otras cosas símbolos que posibilitan la transformación, el conocimiento y, por ende, nos pueden brindar la llave que nos conduzca a la curación. Pero, desde mi punto de vista, de ningún modo se puede comparar la energía de la interpretación a la energía de los remedios florales, entre otras cosas porque esas modalidades de energía pertenecen, de entrada, a dos dimensiones de la realidad diferentes. La interpretación puede posibilitar la comprensión en el marco de una conversación mientras que los remedios florales la facilitan en virtud de su ingesta.

Y si bien los remedios florales pueden ser entendidos como símbolos (al igual que cualquier otra cosa), lo son en virtud de que los pacientes los entiendan como tales. Y es precisamente en este punto donde la teoría de Grecco presenta numerosos problemas ya que es evidente que muchos consultantes que se acercan a la TF no conocen ni uno sólo de todo el repertorio de remedios. Las cosas se complican aún más cuando pensamos en los tratamientos para plantas y animales. Todos estos casos nos hacen pensar que el efecto terapéutico es debido a las Flores en sí como elemento físico-material y no a una mera interpretación simbólica.

En definitiva, resulta muy difícil creer que la energía de la interpretación es del mismo tipo que la energía de los remedios, sobre todo teniendo en cuenta que para la interpretación simbólica se requiere al menos un pensamiento simbólico, un pensamiento del que carecen una gran cantidad de individuos, mientras que los remedios florales pueden ser administrados a personas, plantas o animales sin ningún planteamiento de ese tipo.

Al margen de todo esto creo que hay al menos dos puntos importantes que Grecco no considera y que, a mi juicio, vale la pena tener en cuenta. En primer lugar considero que sería sumamente interesante tratar de echar un vistazo a las modernas teorías de la emoción, un asunto muy escurridizo hasta la fecha tanto desde el punto de vista de la psicología como de las ciencias del cerebro, para ver si nos pueden ofrecer algún tipo de concordancia con el Sistema Bach. A este respecto podría ser muy interesante tener en cuenta a investigadores como Antonio Damasio, Joseph Ledoux, Jerome Kagan, Allan Schore o el propio Daniel Goleman.

En segundo lugar, teniendo en cuenta que la visión y la filosofía de Bach tiene unos antecedentes claramente espirituales, metafísicos y esotéricos, tal como ha planteado Grecco, y siendo evidente que actualmente dicha visión y dicha filosofía forma parte de la cultura de la Nueva Era, una cultura que en muchos aspectos deriva de esos mismos antecedentes, no estaría de más preguntarse si todos los movimientos esotéricos modernos y las tradiciones de las que proceden serán capaces de producir una espiritualidad madura y auténtica, algo que por cierto ya se lo está preguntando mucha gente desde algunos círculos académicos.

Desde luego eso contribuiría enormemente a legitimar la filosofía de Bach y la propia TF, algo tremendamente necesario e importante si verdaderamente queremos integrar la TF y la espiritualidad de Bach en nuestra visión del mundo para que de una vez por todas eche raíces en la conciencia de todos. De momento podemos estar esperanzados, Eduardo Grecco está dando los primeros pasos para que eso suceda.

sábado, 28 de febrero de 2009

Siete años de yoga en Vitigudino

La próxima semana cumpliremos siete años de yoga en Vitigudino. Lo cierto es que lo que comenzó siendo un pequeño experimento ha terminado consolidándose como mi principal ocupación profesional. Y lo que en principio comenzó siendo una actividad al alcance de unas pocas personas ha logrado difundirse por toda la comarca para introducirse con éxito en otras localidades cercanas.

Pero a decir verdad mi andadura yóguica comenzó mucho antes. Si no recuerdo mal pude impartir mi primera clase allá por el mes de Octubre de 1992, hace ya más de dieciséis años. Y ese es un largo trayecto, qué duda cabe, tan sólo interrumpido por un periodo de dos o tres años en el que me dediqué a otro tipo de actividades.

Desde luego han sido muchas las anécdotas vividas a lo largo de todos estos años en tantos y tantos lugares, anécdotas que por cierto constituyen el fundamento y la trama de lo que va a ser (y que ya es) la nueva historia que acabo de escribir y que me ha llevado más o menos una año de minucioso trabajo. Se trata de un libro de yoga de unas doscientas cincuenta páginas.

Se trata, efectivamente, de un libro de yoga, pero no uno más de los típicos manuales de hatha yoga que uno puede encontrarse en cualquier librería, sino de una historia contada en primera persona que ofrece una visión de la tradición yóguica y de la práctica desde dentro, tal y como puede ser vivida por cualquiera que se inicie en ese camino, no de una mera descripción impersonal de las asanas, de sus prescripciones o de sus beneficios.

Desde luego éste es un proyecto bastante ambicioso. Y tanto fue así que hace unos meses pensé en la posibilidad de realizar un “trabajo de campo” que pudiera consistir en entrevistarme con algunos de los máximos exponentes de la tradición del yoga en nuestro país, algo que estaría francamente bien. Ese fue el motivo por el que me decidí a escribir a Ramiro Calle con la intención de entrevistarme con él. Sin embargo, lamentablemente, tras casi tres meses de paciente espera no he recibido respuesta alguna.

Eso me ha llevado a abandonar esa idea de las entrevistas y a pensar que tal vez no sea tan importante. De hecho el libro está terminado. Y mucho me temo, por el tono y la temática de la narración y de los diálogos de que consta, y por algunas de sus sugerencias, que tal vez no sea muy bien acogido por determinados círculos yóguicos. Al menos no espero de ellos el visto bueno para que este trabajo pueda salir a la luz.

sábado, 21 de febrero de 2009

¿Existe el número 2?

Recordando la ridícula iniciativa llevada a cabo por creyentes y no creyentes que consistía en exponer sus respectivos puntos de vista respecto a la existencia o inexistencia de Dios en los autobuses urbanos y que confirma la falta galopante de sabiduría que caracteriza a nuestra abotargada sociedad, uno corre el riesgo de deprimirse o apenarse ante esa ausencia y ante sus infructuosos intentos por hacer prevalecer sus propias visiones sobre el asunto.

El caso es que tanto creyentes como no creyentes parecen creer que Dios es algo o alguien que aún puede señalarse con el dedo si uno busca lo suficiente en la estratosfera, en la nebulosa de Orión, tal vez en la brillante Sirio o entre los millones de neuronas de nuestros cerebros. Pero lo cierto es que ni unos lo encontraran en algún lugar físico de este mundo ni otros podrán obtener en él una definitiva prueba de su ausencia.

Porque a mi juicio preguntarse si existe o no existe Dios es algo similar a preguntarse si existe o no existe el número 2 o cualquier otro concepto matemático como las raíces cuadradas, los logaritmos neperianos o las derivadas covariantes. Y todo por la sencilla razón de que tanto Dios como el número 2 no existen en el espacio físico del mundo.

Desde luego, por mucho que uno busque y aunque resulta incuestionable que el número 2 es una realidad en este mundo, uno no va a hallar el 2 (el referente 2) o todos los demás elementos matemáticos mencionados en ninguna parte del mundo físico, ya sea en Londres, en Nueva York, en Jaipur, en Pedrosillo el Ralo o en Horcajo Medianero, por la razón de que el 2 sólo puede encontrarse en el espacio mental del mundo, en concreto en el espacio matemático del mundo (un espacio que por cierto está en el espacio de la mente).

Por tanto parece obvio que el mundo no sólo consta de un espacio físico (fisiosfera) sino también de un espacio mental (noosfera) y probablemente también de un espacio espiritual (teosfera). Y es justo en este último donde los sabios (y no los meros creyentes) sitúan a Dios. Así pues resulta lamentable que tanto los creyentes como los no creyentes estén apuntando con sus juicios a un lugar equivocado. Y todo por la extraña manía de querer reducir toda la realidad al mundo físico o cuando mucho a los estratos más rudimentarios de la mente.

Ni que decir tiene que muy probablemente a los promotores de esas iniciativas les sonará a chino la palabra teosfera, pero lo cierto es que todos los sabios de las grandes tradiciones espirituales del planeta han sugerido que para conocer a Dios es necesario adentrarse en el espacio espiritual del mundo, y que precisamente Dios, la Divinidad, la Diosa, la Vacuidad, Brahman, Tao o cualquier otro nombre que elijamos para referirnos a esa realidad, es algo que no se nos suele aparecer como un objeto a señalar o como un concepto a comprender sino más bien como una experiencia a realizar.

jueves, 19 de febrero de 2009

Microrrelatos II

Como lo prometido es deuda aquí está la segunda entrega de mi próximo libro. Se trata de un nuevo microrrelato, una de las más de ochenta historias de que constará este trabajo. En breve me dedicaré a la ardua tarea de buscar una editorial que esté dispuesta a publicar un libro de este tipo. Reconozco que no soy muy amigo de llamar a demasiadas puertas. Así pues, trataré de que la espera no sea demasiado larga. En cualquier caso siempre nos quedará Mandala.


LO BAJO Y LO ALTO

Observaba las hormigas allá abajo y veía algunas gotas de su propia sangre estallando junto a la boca del hormiguero. Cuando podía alzaba su cabeza para tratar de ver la silueta incandescente de las nubes y el magno rompimiento de gloria. El aire le llegaba lejano, cargado de recuerdos. Junto a las hormigas vio también los excrementos de las palomas y de los cuervos que estaban a punto de devorar sus ojos. Vio mendigos y estafadores, ladrones y prostitutas. Recordó entre lágrimas las interminables noches que pasó junto a su ramera favorita embriagado entre su sexo y el vino. Se encontró de nuevo mordiendo el polvo al ser acosado por los sacerdotes tras la reprimenda con que castigó a los mercaderes. Se vio a sí mismo parado en la roca más alta desde la que se divisa el Jordán a punto de estallar de dolor y de incomprensión. Más de una vez estuvo a punto de matarse, con los cuchillos, con el veneno o con los escorpiones. El ocaso le trajo las curas, y la falta de saliva el recuerdo de los bautizos, el suyo y el de su familia. Una vez más los que le querían se apretaron junto a sus pies, esta vez temerosos. Tal vez quisieran que él los bautizara en sangre. También llegaron los abrazos, la esperanza compartida y la promesa de las bienaventuranzas. Sus ojos vidriosos divisaron el éxtasis, las soledades purificadoras y las batallas ganadas al hambre de Dios y a las plagas que merman el espíritu. Se sucedieron bodas, fiestas y otras algarabías. Todas las recordaba bien regadas con el júbilo y con los licores. Y recordó esos momentos inefables y postreros del crepúsculo, ese sentimiento y ese hilo de luz que, en su fugacidad, aún reúne todas las plenitudes y todas las aflicciones del mundo. Así se vio él, como el único corazón capaz de bombear la materia de esos calvarios, el único espíritu capaz de hacerle un sitio a la muerte y a la paz en esa cruz tan alta. No tuvo tiempo de mucho más. Murió cuando empezó a llover. El agua pudo limpiar la sangre del madero y arrastrar con ella el martirio y la luz del clavado.

La alquimia estaba hecha. Desde entonces el agua fue distinta. Aún conserva una porción de mística, una pequeña memoria de aquel evento de la cual nosotros bebemos felices, pero para llegar a la gloria definitiva tal vez debamos crucificarnos al igual que él.

lunes, 16 de febrero de 2009

¿Qué significa esto?

Cada día que pasa me pregunto qué significa esto del vivir, qué significa esto de estar vivo, qué es esta conciencia en la que parecen inscribirse todas mis experiencias, qué es esta conciencia que parece haber surgido en unas coordenadas históricas, sociales y culturales específicas, qué es en definitiva la vida.

Cada día que pasa me pregunto qué hubo antes y qué habrá después, si es que podemos hablar de antes y después, qué es esta conciencia que parece vivirme día tras día, qué significa ser consciente y qué significa que pueda hacerme estas preguntas.

Cada día que pasa parece que mi conciencia quiere acceder a ese mysterium tremendum que todo lo abarca y que amenaza con dejarme sin palabras ante el milagro de la existencia y ante la maravilla de poder reconocer que soy lo que soy.

Cada día que pasa me lleno de preguntas de este y otro tipo ante las cuales sólo puedo enmudecer como un niño víctima de una ignorancia santa. Cada día que pasa mi mente trata de convertirse en un espejo reluciente y vacío que pueda contener la totalidad del universo.

Cada día que pasa me pregunto en concreto qué significa ser Fernando Sánchez Turrión cuando todas las espiritualidades parecen querer decirnos que nuestra esencia es el Absoluto. Cada día que pasa me pregunto si llegaré a comprender algún día (o tal vez a recordar) que la materia de mi conciencia es la sustancia de Dios y que mi origen y mi meta son el origen y la meta del propio universo.

Y me hago estas preguntas por la sencilla razón de que de no ser así el mundo me parecería sumamente aburrido y superficial. Lo digo una vez más: no me cansaré nunca de tratar de adentrarme en las dimensiones más profundas de la existencia aunque no pueda precisar aún de qué están hechas. Ese es mi viaje y, me temo, el viaje de todos. Tal vez, después de todo, hallemos una respuesta satisfactoria a todas nuestras cuestiones o quizá encontremos en el silencio a la madre de todas las preguntas.

sábado, 7 de febrero de 2009

Integral-es

Resulta abrumadora la cantidad de centros, escuelas, instituciones y organizaciones (entre las que comienzan a incluirse algunas universidades como la JFKU) que intentan ofrecer enfoques integrales. Basta darse un pequeño paseo por la Red para verlo. De hecho podéis comprobar que es así si echáis un vistazo a algunos de los enlaces que aparecen en la columna de la izquierda de este blog.

Pero, ¿qué significa integral? Desde luego todos esos centros nos ofrecen su particular visión del asunto, pero parecen coincidir en que integral (resumiéndolo mucho) se refiere a todo aquello que tiene en cuenta la totalidad de las dimensiones humanas: materia, cuerpo, mente, alma y espíritu, y a todas las posibles subdivisiones de esos cuatro o cinco elementos fundamentales.

Es muy posible que no podamos saber en qué momento comenzó a utilizarse el término integral en la forma en que acabo de sugerir, pero parece que hay cierta unanimidad en que los que primero lo introdujeron fueron Aurobindo en Oriente y Jean Gebser en Occidente.

Yo, de momento, acabo de echarle un vistazo a la revista EnlightenNext, una publicación que trata de estos y muchos otros temas y que parece bastante interesante. Podéis acceder a la totalidad de uno de los números desde EnlightenNext, tal vez desde Holons si os suscribís y quizá desde Integral Life. Veamos hasta donde nos lleva todo ello.

lunes, 26 de enero de 2009

Espacio para el trabajo y para la investigación con las Flores de Bach

Pues sí, lo cierto es que hace mucho tiempo que tengo en la cabeza la posibilidad de crear un espacio para realizar un trabajo de ese tipo, una idea que ha ido poco a poco madurando y que está a punto de ver la luz.

Mi intención es ofrecer una serie de entrevistas breves (consultas, si preferís utilizar ese término) en torno a las Flores de Bach. Y digo en torno porque no pretendo utilizar las Flores únicamente sino todo lo que las rodea, a saber, la filosofía y método de trabajo que gira en torno al Sistema Bach, lo cual incluye la filosofía y la visión de la vida del propio Edward Bach tal y como han sido recogidas en sus escritos.

Debo insistir en que se tratará de consultas breves en las que los consultantes podrán poner sobre la mesa cualquier tipo de problemática personal. Las Flores serán un mero elemento auxiliar en dichas consultas y se podrán realizar preparados florales o no en función de las circunstancias de cada persona. En ningún caso estas consultas sustituirán a las entrevistas clásicas con Flores de Bach.

Así pues, debo resaltar el carácter estrictamente personal de estas entrevistas. Mi intención no es crear ningún tipo de tertulia sobre el tema ni ningún foro en el que se puedan debatir estos y muchos otros asuntos que puedan tener alguna relación con las Flores o con otras terapias.

De entrada este espacio es un espacio abierto para que todo aquel que lo desee pueda acercarse a las Flores. Ante todo es un espacio, tal y como expreso en el título de esta entrada, para el trabajo y para la investigación. Para el trabajo porque supone precisamente eso, un trabajo con las Flores que puede estar en la línea del típico trabajo que puede realizarse hoy día con ellas, y para la investigación porque desde mi punto de vista aún quedan muchas cosas por saber respecto a la terapia floral y sobre la filosofía del propio Edward Bach.

Soy muy consciente de que en la actualidad existen muchos sistemas florales diferentes, algunos de ellos probablemente muy valiosos, sin embargo me limitaré a utilizar los treinta y ocho remedios del Sistema Bach, básicamente por la sencilla razón de que es el único que conozco para poder utilizarlo con cierta soltura.

He decidido que las consultas se realicen en el café Ito´s por dos razones fundamentales. La primera es muy simple. Éste es el único café de Salamanca que conozco en el cual está prohibido fumar, lo cual es una maravilla. Eso nos otorga cierta pureza en el ambiente para poder manejar las Flores. La segunda razón es algo más profunda. Me ha parecido que poner sobre la mesa de cualquier café del centro de la ciudad nuestros posibles problemas, inquietudes, preocupaciones, desórdenes, dolores, ya sean corporales, anímicos, intelectuales, existenciales o espirituales, es una buena oportunidad para que adquieran una dimensión pública, y para que los podamos expresar y tratar abiertamente sin ningún tipo de complejo lejos de los espacios en los que todos esos asuntos son abordados habitualmente, ya se trate de la consulta del médico, del psicólogo, de los centros especializados de terapias alternativas o de los centros de trabajo propios de muchos grupos esotéricos o de crecimiento personal.

Y pienso que puede ser una buena idea hacerlo así por la sencilla razón de que el trabajo con las Flores, tal como ya afirmó Bach en su día, debe ser algo al alcance de todo el mundo. Y qué mejor manera de hacerlo que situarnos en medio de todo el mundo.

Sí, mi intención es colocar este trabajo, un trabajo a través del cuál nos situamos indefectiblemente frente a las dimensiones espirituales de la vida, al alcance de cualquiera. Así pues, esto supone algo así como situar el Alma y el Espíritu en medio del ojo del huracán y de la vorágine de nuestra más simple cotidianeidad. Decididamente es un paso adelante para que los temas que nos preocupan puedan caber en nuestros desayunos de todos los días, una oportunidad para que la profundidad de la vida también pueda sentarse junto a nosotros mientras nos zampamos un croissant, algo que por cierto no ocurre frecuentemente. En definitiva, es una apuesta para que el Espíritu profundo pueda abrirse un hueco a través de la monótona superficialidad imperante.

He decidido poner un precio mínimo a estas consultas, siempre hay algún tipo de gasto inevitable, sobre todo porque como dije se trata de consultas breves y porque de otra manera no estarían al alcance de todo el mundo. El precio será de cinco euros en el caso de que se requiera un preparado floral. La consulta será gratuita en el caso de que no sea así.

Ha habido tres aspectos de la obra de Bach que me han llamado la atención y que han sido la fuente de inspiración para realizar este trabajo. Son los siguientes (en palabras del propio Edward Bach):

"Para encontrar la hierba que nos pueda ayudar debemos encontrar primero el propósito de nuestra vida, al que tendemos, y también comprender las dificultades de nuestro camino".
Libérate tú mismo

Así pues, el propósito de la vida, algo que sin duda puede abrirnos las puertas de nuestras dimensiones espirituales, será una de las referencias fundamentales en estas consultas.

"Este sistema de tratamiento es el más perfecto que ha sido dado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Tiene el poder de curar las enfermedades y, por su simplicidad, puede ser utilizado en casa".
Los Doce Curadores y otros remedios

Como bien dijo Eduardo Grecco mi intención es contemplar el Sistema Bach no como una medicina alternativa sino como una alternativa a la medicina; en otras palabras, tratar de que la terapia floral deje de estar a la sombra de otros sistemas terapeúticos, en un segundo plano o deje de ser considerada una terapia light, algo a lo que a mi juicio lamentablemente muchos terapeutas están contribuyendo al tratar las Flores como un mero complemento de sus propias y profesionales terapias.

…"el médico del futuro…tendrá que haber estudiado profundamente las leyes que rigen a la humanidad y a la propia naturaleza humana, de forma que pueda reconocer en todos los que a él acuden los elementos que causan el conflicto entre el Alma y la personalidad".
Cúrate tú mismo

Estudiar la naturaleza humana es el fundamento y la meta última de este trabajo, una naturaleza que con seguridad está en constante evolución, lo cual significa ser permeable al Misterio que todo lo abarca, en definitiva, ser permeable al Espíritu que desde el más allá reclama nuestra atención para que alcemos nuestra voz en su nombre y para que el más acá pueda brillar eternamente en su infinito esplendor.

viernes, 23 de enero de 2009

Stanislav Grof

Acabo de leer el libro titulado La psicología del futuro de Stanislav Grof, un libro a cuya traducción y redacción no acabo de cogerle el pulso. Al margen de estas disquisiciones técnicas diré que Grof es probablemente el máximo representante de la psicología transpersonal, una rama de la psicología que desde sus inicios se ha dedicado, entre otras cosas, a tratar de legitimar la espiritualidad.

Hay varios puntos en la obra de Grof que me parecen especialmente interesantes. En primer lugar me parece importante tener en cuenta la cartografía de la psique que nos ofrece, un mapa de la conciencia que varía sustancialmente respecto al enfoque de Wilber. Grof distingue básicamente tres niveles: biográfico (posnatal-freudiano), perinatal (en torno al nacimiento) y transpersonal.

Hay que decir que para llegar a esas conclusiones se basa principalmente en su trabajo e investigación con lo que llama estados holotrópicos (hacia la totalidad) de conciencia, estados que pueden presentarse, según Grof, de tres formas diferentes: mediante la utilización de psiquedélicos (LSD), con sesiones holotrópicas (una técnica diseñada por el propio Grof en la que juega un papel central la respiración), y a través de las llamadas emergencias espirituales (experiencias espontáneas de lo transpersonal y crisis espirituales).

Un papel central en el estudio de Grof lo juegan las llamadas matrices perinatales; en otras palabras, las dinámicas del proceso del nacimiento, una dinámica que consta de cuatro fases (matrices) que parecen tener una importancia extraordinaria en el posterior desarrollo psíquico del individuo, algo en lo que coincide completamente con Arthur Janov y su terapia primal (aunque bien es cierto que Janov no se ocupa en ningún momento de los niveles transpersonales). A este respecto merece la pena echar un vistazo a la obra de Otto Rank, a quien también le preocupó el problema del trauma del nacimiento y todo lo que de él se deriva.

Lo interesante de todo ello es que parecen entreverse ciertas correspondencias entre las dinámicas perinatales representadas en las cuatro matrices básicas (MPB) y otros procesos, como por ejemplo los ya descritos del viaje del héroe de Joseph Campbell y la forma del desarrollo en cada uno de sus fulcros (fronteras) descrito por Ken Wilber magistralmente en El proyecto Atman. En palabras del propio Grof: […] las cuatro matrices perinatales [sugieren] que los cuatro patrones subyacentes constituyen manifestaciones de una secuencia arquetípica que no sólo gobierna el nacimiento humano, sino también variedad de otros procesos.

Si queréis seguir profundizando en ello podéis visitar: http://www.stanislavgrof.com/ y http://www.holotropic.com/

jueves, 8 de enero de 2009

Microrrelatos

En pocas semanas comenzaré a dar forma definitiva a una serie de relatos cortos que escribí el año pasado. Mi intención es agruparlos en un libro con la idea de publicarlos hacia la próxima primavera. Estas historias son mucho más cortas que las de Rugidos de Almas, muchas de ellas ocupan una sola página, pero su temática es similar.

El libro constará de más de ochenta historias de ese tipo, veremos si todas ellas son finalmente publicables. Prometo, durante los meses que quedan hasta que puedan ver la luz, amenizar vuestras visitas a este blog con algunas de ellas. Valgan pues como carta de presentación de un trabajo al que aún no le he podido asignar un título convincente. Empecemos pues con El templo de Ganesha.


EL TEMPLO DE GANESHA

Me arrastré bajo el calor sofocante del trópico. Seguí el curso del caudaloso río hasta las primeras higueras. Siempre que mis pies se llenaban de polvo me refrescaba en la orilla. Toda la tarde estuve caminando. Entre el bosque pude divisar unas casas pequeñas. Más allá se adivinaba un templo. Antes de penetrar en el recinto sagrado esperé a que la canícula trajera las lluvias torrenciales. Detuve mis pasos en el instante en que los nubarrones empezaron a cubrir un sol agotado. En pocos minutos me alcanzó un agua pesada y caliente, poderosa como los dioses védicos. Atravesando el férreo aguacero me lancé hacia la mínima luz que latía tras una puerta. Empapado hasta la médula me deshice de mis zapatos y penetré en el recinto. Aún chorreando entre jadeos mi pituitaria pudo llenarse del alcanfor y de los inciensos. Sólo contemplé a Ganesha. Frente a la trompa del elefante únicamente temblaban las lamparillas. El atronador golpeteo de las gotas pareció retirarse para preñar el espacio con un silencio sagrado. Me alisé el pelo expectante ante el Arati. Cuando cubrí mi cabeza con la llama pude contemplarlo todo con una mente más viva. Decidí salir. Ya la lluvia no perforaba la tierra. Preso del barro y del crepúsculo vi el horizonte. Las nubes se habían ido. Me contemplé como un soplo divino que me pareció grande y justo. En ese hálito entendí el mensaje de esa calma suave que uno por fin atesora tras el trabajo de las adoraciones y la peregrinación de toda la jornada. Ese instante me bastó para concluir todas las obras, sólo me quedó morir ante el dios paquidermo.

lunes, 5 de enero de 2009

Yoga Journal

Hace unos días le he dado los últimos toques a un artículo sobre yoga que escribí hace tiempo. Lleva por título Pinceladas para un yoga del futuro: Hacia una plenitud vital espiritualmente informada. Mi intención siempre fue ofrecérselo a la revista Yoga Journal, una de las publicaciones más populares sobre esa materia.

En el artículo trato de esbozar a grandes rasgos cuáles podrían ser las características de un posible yoga integral, un yoga que integre los beneficios de todos los modernos yogas actuales y la sabiduría de la tradición en la que todas esas tendencias se sustentan y de la que se nutren. Pero sobre todo trato de reivindicar el importante papel que puede desempeñar un enfoque de ese tipo en nuestro propio desarrollo.

De hecho he terminado enviándoles el artículo, y parece que les ha gustado. Al menos eso es lo que me ha transmitido Pepa Castro, la directora de la revista, con la que he estado conversando unos minutos. Me ha comentado que es posible que lo publiquen. Así pues, veremos como acaba el asunto.

viernes, 2 de enero de 2009

Ramón Albareda

Hemos aprovechado las vacaciones navideñas para viajar a Barcelona, donde desde hace unos meses tenía concertada una entrevista con Ramón Albareda, fundador junto a Marina Romero de la Escuela de Estudios Integrales estel. Ramón y Marina han sido pioneros en muchos sentidos de un nuevo enfoque de desarrollo y crecimiento personal y llevan trabajando en esa dirección más de treinta años.

Uno de los motivos por los que decidí visitarlos es que trabajan junto a Jorge Ferrer, un psicólogo transpersonal afincado en el California Institute of Integral Studies (ciis) a quien ya me referí en una entrada anterior, en la difusión de sus métodos y de su visión en lugares tan emblemáticos como el Esalen Institute. Por el momento han realizado allí unos cuantos talleres, y por lo que nos comentaba Ramón han logrado que los suyos sean los primeros y únicos talleres en español que se han realizado en Esalen hasta la fecha, lo cual es todo un logro y una prueba de que su trabajo es muy valorado allí.

Hemos conversado durante más de una hora y media sobre todos esos asuntos. Finalmente nos ha regalado un ejemplar de su libro Nacidos de la Tierra. Sexualidad, origen del ser humano, y yo le he correspondido regalándole uno de mis Rugidos. Hemos terminado con la revista Athanor entre las manos, una publicación a la que merece la pena echar un vistazo.

jueves, 1 de enero de 2009

Vaya, más de mil quinientas visitas en todo un año, creo que no está nada mal, aunque calculo que al menos una cuarta parte de ellas son mías. Espero que en este próximo año podamos duplicar el número y llegar a las cinco mil hacia finales del próximo mes de Diciembre, al menos esa es mi intención. Para ello trataré de seguir proponiendo unos cuantos temas interesantes. Qué duda cabe que estrenar un nuevo año es un aliciente para seguir haciéndolo. Espero ser capaz de poner sobre la mesa cuestiones lo suficientemente sugerentes como para que todos los que visitáis esta página sigáis teniendo el suficiente interés como para seguir curioseando en ella. ¡Feliz Año Nuevo para todos!